About

 

Carolina Merlano was born and raised in Sincelejo, Colombia. Her photographic portfolio is inspired by light, everyday situations, and the magic of objects and people from the Caribbean coast. In her work, she challenges beauty standards and breaks the aesthetic paradigms imposed by a society that chooses to ignore the problematic.

"Oficios" is the natural consequence of a perspective that insists on seeing beauty beyond the monuments. After being commissioned to photograph emblematic places in Cartagena to promote tourism, and despite the common suggestion in such assignments to avoid street vendors, that is precisely where her attention is drawn. The heroic city that has welcomed her for years is incomplete without the daily sweat of those who, with their shouts, smiles, and the mastery of their trades, infuse color into the static scene. This includes the bustling economy so characteristic of our country.

In this project, Carolina aims to vindicate the Cartagena that exists beyond postcards and colonial history. She restores the leading role to those who have, for so many years, claimed their space in the city, reminding us of the contradictions that surround our society—contradictions that Cartagena embodies so vividly. This is a city that juxtaposes churches and exuberant facades with poverty and precariousness. Yet, it is also a city of a resilient community that joyfully and dignifiedly resists the remnants of neglect and oblivion.

Carolina Merlano nació y creció en Sincelejo, Colombia. Su portafolio fotográfico está inspirado en la luz, las situaciones cotidianas y la magia de los objetos y la gente de la costa caribe. En su trabajo reta los estándares de belleza y rompe los paradigmas estéticos impuestos por una sociedad que decide ignorar lo problemático. 

“Oficios” es la consecuencia natural de una mirada que se empeña en ver la belleza más allá de los monumentos. Luego de que se le encarga fotografiar lugares emblemáticos de Cartagena para promover el turismo, y con la sugerencia habitual de muchos de estos trabajos de evitar a los vendedores ambulantes, es ahí justamente donde termina su atención. Esa ciudad heroica que la acoge durante años, no es verdadera sin el sudor diario de quienes con sus gritos, sus sonrisas y los saberes de sus oficios le dan color a lo estático. Sin la economía del rebusque tan característica de nuestro país. 

En este proyecto, Carolina quiere reivindicar a la Cartagena que vive más allá de las postales y la historia colonial. Le devuelve el rol protagónico a quienes por tantos años han hecho suyo el espacio de la ciudad y nos recuerdan las contradicciones que envuelven a nuestra sociedad, esas que Cartagena tanto encarna. La que combina iglesias y fachadas exuberantes en medio de la pobreza y la precariedad; pero también la de una comunidad que resiste con alegría y dignidad los vestigios del olvido.